5 minutos de Misoginia - Inviertalee!

Gordotones.

Llegó la hora de sacar por un momento ese misógino que llevan dentro. La semana pasada platicaba acerca de la responsabilidad de las mujeres en una relación, y que a veces es necesario que ellas le echen más ganas.

Sobre uno de esos aspectos de la responsabilidad femenina hablaremos hoy.

Al dar el importante paso de comprometerte en una relación de pareja es muy importante entender que ambas personas están aceptando formar una sociedad la cual será mantenida por los dos.

Ahora, de qué manera la mantendremos? pues ahí empieza la diversión y las diferencias con las mujeres, y ahí muchas de ustedes sacan o desean sacar una malsana ventaja de las libertades que con tanto esfuerzo han ganado a lo largo de los años.

A continuación explico las situaciones que me hacen pensar así:

Situación 1. Tú hombre brindas el sustento económico del hogar sin que tu pareja haga nada. Ella tiene chacha y se la pasa a gusto en la socialite con las amigas.

Situacion 2. Tu pareja trabaja, pero no aporta nada para la manutención del hogar porque eso es “tu obligación” y su dinero es de ella.

NO MANCHEN!

Tradicionalmente el hombre se encargaba exclusivamente de la parte económica. Su función se limitaba a inyectar recursos para el correcto funcionamiento del hogar, lo cual creo que era malo e insuficiente. Por el otro lado la mujer cargaba con todas las labores y responsabilidades del hogar, lo que en muchas ocasiones la relegaba y “esclavizaba” debido a lo demandante en tiempo y energía de esas labores.

Pero esto ha cambiado, y ahora las mujeres cada vez más tienen la posibilidad de elegir qué papel pueden jugar en una familia. Pueden trabajar y hacer su aporte económico, o pueden dedicarse si así lo desean a las labores del hogar.

Es muy importante que aporten, al igual que uno, todo su esfuerzo para el crecimiento de la familia. Sin su participación no es posible que la familia continúe como tal. Entonces elijan: Trabajan para traer billetes al hogar, o se quedan a tupirle a la casa, o también tienen la opción (muchas mujeres optan por esto) de realizar un porcentaje de cada labor, pero de que tienen que entrarle, pues es de a fuerzas.

Si piensan que se van a quedar en la casa pero les vamos a poner chacha para que se la pasen a todas maracas, en el cafecito con las amigas, descuidando a los chamacos, pues nel pastel.

Si por el otro lado piensan que se van a ir a trabajar, y ustedes solitas se van a reventar todos sus billetes en zapatos, ropa, bolsas, maquillaje y las demás 2500 cosas que les gustan, pues también andan ligeramente equivocadísimas.

Ninguna de las dos opciones de labor (aportar billetes o esfuerzo al hogar) es denigrante ni desventajosa para nadie y ambas son muy importantes y necesarias para el correcto desarrollo de los engendros (cuando los hay), pero es muy importante que entiendan que un hogar se forma con el esfuerzo de todos y que el hecho de tener más oportunidades también les da una mayor responsabilidad.

Nadie con un poco de inteligencia las va a mantener por nada ni aunque hagan el wawis más delicioso del mundo.