5 minutos de Misoginia - Suelten el cuerpo

Hoy llegó al trabajo una viejecita de aproximadamente 80 años (fácilmente tenía o superaba esa edad).

La estaba atendiendo el supervisor del CAC, y al pasar mi compañero, el buen Armando, por detrás de la barra, la viejecita se le quedó viendo, y dijo emocionada: ¡Que bárbaro, que muchacho tan guapo, se ve que tiene mucha personalidad!

Al principio a todos nos dio mucha risa, lo tomamos a broma y le dimos su sesión de 15 minutos del carrilla al Armando.

Pero un poco más tarde me puse a pensar en la gran lección que esa viejecita nos estaba dando:

Sin importar la clase social, ni la edad, ni ninguna otra cosa es muy importante decir (y si se puede hacer) las cosas que sentimos en el momento que las sentimos.

Muchachas:

Cuantas veces han tenido enfrente a un hombre que les hace sentir algo más que simple atracción y lo dejan ir. Cuantas veces se les presenta la oportunidad de darle un giro a su vida(bueno o malo, al fin es una lotería) y la dejan pasar por el simple hecho de que ustedes "no deben" de hacerle una propuesta tan atrevida a un hombre.

¿¡Quien carajos les metió tanto miedo en sus corazones!?

Como hombre es desagradable (por decir lo menos) que estés con una chava... tal vez la acabas de conocer o tal vez desde hace tiempo sientes algo especial por ella. Te hace ojitos esa noche... platican, la pasan bien... se quedan solos... sientes que por fin van a juntar sus cuerpos, todo está perfecto... Están solos en el lugar adecuado, apartados, con buena música... y de pronto te dice:

¡NOO! ¡Qué vas a pensar de mi! ¡Mejor vámonos!

:-(

Se acaba la diversión, la aventura, lo que hubiera podido ser lo más bonito de este mundo termina siendo un dolor de bolas para ti y la chava termina llegando temprano y sin menear el bote a su casa.

¡Chavas, no manchen!

Tampoco queremos que se vuelvan unas maquinas de acoso, pero sí nos gustaría que dejaran un poco más de lado los prejuicios, los tabús, y tanta cosa negativa que les dijeron (y a nosotros también) de pequeñas.

Así que la sugerencia de Hugo para esta semana es que aflojen un poquito más el cuerpo, que se dejen querer y apapachar, que amen, que se atrevan, que arriesguen, que hagan el amor (con protección) y que disfruten una de las cosas más mágicas de esta vida: el sexo.

No esperen a tener 80 años para darse cuenta de lo que estaba en sus manos y dejaron pasar. ¡Bon appétit!