5 minutos de misoginia - Era bella... ¿y nadamás?

¿A poco no te ha pasado?

Conoces una chava. Es bellísima. Tu primera impresión es la de estar frente a un angelito aquí en la tierra y por un momento la admiras. Nada le puede faltar... ¿Nada?

Bueno, pues es muy probable que, contrario a todo lo que ofrece por fuera, le falte, y le falte mucho para satisfacer el exigente gusto de un gordotón.

Muchas chavas tienen la idea errónea y frívola de que si son bellas físicamente, ya la hicieron en esta vida, y pierden el interés por desarrollar las demás áreas que las forman como seres humanos. Cito tres:

Primero lo primero. Muchas chavas dedican tanto tiempo, dinero y esfuerzo a su belleza física (y realmente logran grandes avances en ese campo, ¡ja!) que olvidan la más importante y exótica belleza: la del corazón. De qué les sirve la belleza si en el fondo son peores que la mataviejitas, tienen su corazón podrido, lleno de envidias, frivolidades y resentimientos. Andan por la vida con un gesto amargo como si estuvieran oliendo un pedo apestoso o los pies de Chuyín. Paso.

Luego sigue el intelecto. Apreciamos que sepan de música, arte, ciencia, economía, política, que viajen, que lean noticias, que sean curiosas, que tengan un criterio, que puedan seguir una plática interesante (y ya como un extra sería perfecto si entienden las Ecuaciones de Maxwell y las mueve la elegancia de la Transformada de Fourier). Pues parece que a este tipo de chavas no se le da mucho. ¡Por favor! Es por su bien, esmérense en aprender. Su belleza algún dia se irá. Todo lo que aprendan en su vida siempre estará con ustedes.

Y por último el sexo. ¡Chale! He conocido chavas bellísimas, pero que creen que por el hecho de tener esos cuerpos de tentación ya no deben de esforzarse en el sexo. Creen que ya con eso la hicieron y ¡no! Lo más importante (y divertido) del sexo es la manera en que puede llegar a convertirse en un juego, y a veces jugar con una mujer así es menos divertido que jugar con una monita inflable.

No generalicemos. También hay chavas que son bellas, inteligentes, buena onda y cachondas cuando se requiere. Me pongo de pie y les doy un aplauso a todas ellas. Sigan caminando por este mundo haciendo felices a los hombres a su alrededor, y sepan que sí apreciamos su esfuerzo por ser mujeres más completas.

Las demás no manchen. Claro que al ser bellas, bonitas, buenonas, uno las aprecia y las voltea a ver cuando pasan por la calle... pero para nada esperen que eso sea suficiente para merecer a un gordotón.

.... ¡Inviértale!