domingo, 8 de junio de 2008

Bombardero derribado por unas gotas de agua

El pasado 23 de febrero el bombardero B-2 Spirit bautizado como Spirit of Kansas se estrellaba al despegar de la Base de la Fuerza Aérea Andersen en Guam, aunque afortunadamente los dos tripulantes consiguieron eyectarse del avión sin problemas (chécalo a partir del minuto 1:42 en este vídeo)

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B-2 crash [YouTube 3:12]

La Fuerza Aérea ha valorado la pérdida de este aparato en unos 1.400 millones de dólares -aunque otros cálculos hablan más bien de unos 2.100 millones si se tienen en cuenta los gastos de desarrollo, mantenimiento y repuestos- y además le costó el tener los 20 B-2 restantes parados durante algo más de un mes y medio hasta que decidieron que era seguro dejarles volar de nuevo.

Esta misma semana, según se puede leer en Air Force: Moisture caused $1.4 billion bomber crash, se hacía público que el accidente fue causado por humedad acumulada en tres de los sensores que pasan información al sistema de control electrónico del vuelo (fly-by-wire), humedad que hizo que registraran valores erróneos que hicieron «pensar» al sistema que el avión se desplazaba más rápido de lo que lo estaba haciendo y con una actitud de morro hacia abajo de unos 30 grados.

Esto hizo que el sistema ordenara al avión levantarse demasiado pronto en su carrera de despegue y en un ángulo demasiado pronunciado, como se aprecia perfectamente en el vídeo.

Es de suponer que los dos tripulantes intentaron corregir esto, pero en esas condiciones de velocidad y altura el avión era prácticamente irrecuperable, y una vez que el ala izquierda del avión tocó el suelo no les quedó más remedio que saltar.

Lo peor es que según se ha podido averiguar durante el análisis del accidente algunos de los técnicos de mantenimiento y pilotos de la flota de B-2 conocían el efecto que puede tener la presencia de humedad en los sensores durante su calibración, pero por algún motivo esta información no se había incorporado a los manuales de procedimientos del avión ni se había diseminado correctamente entre los miembros de la flota, lo que demuestra una vez más lo válido que es aquello de que «lo que no sabes puede matarte».

(Fusilado impunemente de microsiervos)

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