miércoles, 9 de julio de 2008

5 minutos de misoginia - Volverte a ver

¡Si!

Para fastidio de las tres mujeres que se atormentan leyendo este blog Hugo está de vuelta. Nop. No estaba en un retiro espiritual, ni había sufrido algún accidente desafortunado por mis declaraciones en posts anteriores. Aunque ustedes no lo crean estaba trabajando y no había podido llegar a casa a buena hora para abrir una botella de tinto y ponerme a escribir.

Durante este tiempo alejado de la red he seguido pensando y meditando sobre algunas conductas femeninas. Y la verdad no me alcanza pa terminar, como algunos gordotones lo han sugerido, un libro. ¡Alcanza para una enciclopedia! Fácilmente podríamos igualar los 32 volúmenes de la Britannica con tanta cosa que vamos descubriendo día a día de esos seres misteriosos: las mujeres.

Al grano. Hace algunos años ya (como 9) estaba yo de vuelta aquí en el pueblo después de estudiar/trabajar en Monterrey. Había tomado un trabajo de verano de mesero en un bar local. Fue entonces cuando me enteré que una ex de la prepa se iba a casar. Yo ya no sentía nada por ella, y guardaba un buen recuerdo de nuestra relación así que me dio gusto saber que al fin había encontrado alguien con quien compartir la vida.

Ella ya vivía en otra ciudad, por lo que ni de cuento me la iba a encontrar aquí. Cuál fue mi sorpresa al ver que un día llega ella con el pretexto más pendejo al bar en donde yo estaba trabajando: ir a tomarse una cerveza con las amigas. ¡Ajá! Habiendo tanto bar en el pueblo (bueno, había dos o tres, pero había otros lugares) ella tuvo que elegir el único en donde sabía que me encontraría.

Al verla platicamos brevemente, pues yo tenia que trabajar. Ella estuvo un rato, hizo lo que tenia que hacer y después de un rato se fue.

Pasó el tiempo, y a mi me intrigaba el no saber el motivo real por el que ella se fue a plantar al antro a verme, así que le pregunté a mi gran amiga a quien llamaré "la pequeña oca" para conservar su anonimato.

-"Pues por supuesto que fue al antro para verteee"- Fue su instantánea respuesta - Claro, si ya se iba a casar, ella tenía que ir a verte-.

Chingao! - de inmediato respondí - ¿Y eso?

Pues total que, según me explica mi amiga, las mujeres tienen que ir a ver a los ex, para saber en que estado los dejan, y de pasada como para estar ellas bien seguras de que están convencidas de que van a hacer lo que van a hacer.

La historia quedó en el recuerdo. Hasta que tiempo después, y después de haber terminado con la siguiente novia, a esta se le ocurre el mismo puntacho... y tiempo después a otra, y luego a otra, y a la siguiente también.

Entonces me di cuenta de que no era un hecho aislado. Ustedes mujeres (si, ustedes mismas que se arrastrarían de uñas por el piso si se enteran que nosotros andamos acosando a exnovias) tienen el bendito hábito de ir a darle sus vueltas de vez en cuando a los exnovios.

¿Para que? La primera respuesta de un ser racional sería: ¡Coño! ¡No lo entiendo! Pero después de un concienzudo análisis a continuación expongo los motivos más comunes:

1. Por ardor. No han superado la pérdida del muñeco, o tiempo después de batearlo se dieron cuenta de que la regaron, por lo que ahora tratan de hacerse las aparecidas para ver si el ex se anima a llegar con ustedes de nuevo.

2. Por si se ofrece. Al igual que uno, les gusta tener sus velitas encendidas, y les desagrada la idea de cerrarse puertas al cortar con uno y con otro. Es mejor tener backup en caso de que el mero mero no dé el ancho.

3. Pa comparar. Quieren saber si se sienten más o menos agusto con el ex o con el actual, cual les logra mover más el tapete. (¡y luego dicen que uno es el frívolo!)

4. Pa fastidiarlo. Para ir a restregarle al ex que ahora están mejor sin él, que ahora andan con uno más macho que él, con más lana que él, que les da más cosas que él, etc. (aunque al monito le importe un pepino).

5. Por el síndrome del argentino. Nomás para ver como se ve el muchacho sin ellas.

Cabe aclarar (y esto es lo que nos desconcierta a los hombres) que en ninguna de las visitas antes mencionadas te reclaman algo, ni se te lanzan, ni están dispuestas a un revolcón de amigos, ni al faje de compas, ni a nada de eso. Lo único que buscan es "verte".

Muchachas:

En el 95% de las ocasiones, al terminar una relación nosotros entendemos que aquello se acabó y, bien o mal, seguimos con nuestra vida adelante. No les andamos haciendo el rondín, así que por favor, si no tienen una intención seria (y con esto me refiero a tener sexo de compas), pues mejor cada quien a lo suyo.

2 comentarios:

  1. Ja ja ja.....Huguito, en muchas cosas tienes razon, ni hablar, asi somos cuando menos un poquito de lo que dices nosotras las mujeres....no nos entiendan....amennos!!!!!
    Besitos a mis gordotones, los extranio, a ver cuando nos vemos!!!

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  2. Ja ja ja!! "¡La Pequeña Oca!" ja jaja!!

    Un "poquito"?

    Creo que no se trata de "entender" sino de aprender el "manual de usuario".

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