5 minutos de misoginia - La actriz que llevas dentro

La noche del viernes pasado daba la vuelta con el Máster Palos por el pueblo. Llovía y los dos esperábamos a que Peque se liberara de sus compromisos conyugales para ir a dar el rol un rato. Compramos cheve y dos hamburguesas brontodobles.

Nos detuvimos un rato. Empezamos a echar cheve & burguer (exquisita mezcla) y fue entonces que alcanzamos un nivel de iluminación espiritual y claridad de nuestras ideas como pocas veces antes. Entonces reanudamos nuestro eterno debate sobre las damas y empezamos a recordar anécdotas que me llevaron escribir lo siguiente:

Amigo, hermano:

Estoy seguro que te ha pasado dentro de tu experiencias maritales, que hay un momento cuando las cosas van a todas maracas, te sientes feliz con tu chava, eres detallista (dentro de sus sanos límites) con tu hembra, llevas una buena relación con ella, ambos se tienen confianza, etc... Todo en santa paz.

Pero por supuesto que esto no puede durar. ¡Oh, desgracia del destino! Después de tanto trabajo para lograr llegar a esa temporada de paz sucede que un día, sin avisar (les encantan las sorpresas) se encuentra una carta que le escribiste a una exnovia de la secundaria, o encuentra una llamada perdida en tu celular a un número que desconoce, o encuentra pelos gueros en tu sueter, total, que encuentra el pretexto más pendejo que te puedas imaginar, y de ahi se agarra para armarte la madre de todas las escenas de histeria y celos:

¡Luis León Roel Fernando: Qué significa lo que acabo de ver!
¡Me las vas a pagar infeliz... así te queria agarrar!!!!
¡Has traicionado toda la confianza que te tenía!
¡Ya me lo decia______(mi mama/mis amigas/mi exnovio/mi amigo gay) que no vales la pena!

Gritan, lloran, rasguñan, patalean, rompen cosas e incluso pueden llegar a causarte daño físico. Te dicen que no te quieren volver a ver, que eres el hombre más ruin del mundo, una basura... bla bla bla.

¡Ha nacido una estrella! Es entonces cuando aflora esa parte oculta de la personalidad de ella que nunca pensaste conocer: La actriz. Es para ellas el momento estelar... el llamado que desde su niñez estuvieron esperando (ensayando día a día mentalmente cada línea) para mostrar sus aptitudes histriónicas. Todas esas frases vistas en tantas telenovelas y guardadas en sus cabecitas por fin encuentran una ocasión para salir.

Sobra decir que la emoción que le ponen al teatrito armado es directamente proporcional al público que las esté escuchando. Tomando en cuenta lo anterior todas las mujeres tienen montados tres tipos de espectáculo:

Audición.- Es el show que te arma cuando están solos en pareja en la casa o en el auto. Aquí representará la típica escena novelera de "cadenas de amargura" en donde llorará para hacerse la víctima. Normalmente la escena no dura mucho (depende de qué tanto le sigas el juego), lo que seguramente sí durará es el enojo.

Teatro de Cámara.- Perfecto para esas tardes de visita con los suegros, o para las cenas en casa de los amigos. Aquí ella se siente en una especie de teatro, por lo que ella utilizará más elementos: iluminación, cambios de vestuario, el clásico "ya vamonos" en voz alta, los gritos, el "ya me voy al auto". Ojo: si están con la familia ella hará todo por ganarse a "su público".

Entrega de premios de la Academia.- Cuídate de que te toque el Show dentro de Soriana, en una plaza comercial, en el cine o en un antro porque ahí sí, para que veas, ella dejará "el alma" sobre el escenario. En ese momento vendrán a su mente grandes momentos del cine nacional e internacional, desde "Mecánica nacional" hasta "Kill Bill". Habrá efectos especiales, utilería, coreografías, monstruos y todo lo que tus ojos han visto en el cine. Aquí la recomendación para ti es que te protejas cuanto antes. Ten por seguro que ella irá por el "Oscar".

Señorita, dama, chica, jovencita, ¡pare oreja!

Por favor, por lo que más quieran, pónganle menos huevitos, que la cosa no va por ahí. Como podrán recordar dos segundos antes del broncononón nosotros teníamos la mejor intención de llevar una relación en paz.

Lo importante es tratar de resolver la diferencia o el problema, y no nadamás echarle en cara a tu pareja las cosas que no te gustan de él. Además recuerden una cosa, nosotros también sabemos gritar, y más fuerte, ¡pero no lo hacemos porque las queremos!

La recomendación de Hugo para todas ustedes es que se deshagan de ese lastre machista, dejen de verse como víctimas de los hombres, vean menos telenovelas y más programas constructivos. Tal vez con unas sesiones diarias de History Channel, Discovery, NatGeo, podrían tener reacciones más racionales ante esas situaciones.

Ahora que si les aburren esos canales, entonces vean South Park, Los Simpson, El chavo (capítulos viejos) o La familia P.Luche para que por lo menos sus reacciones sean más jocosas y les pueda uno responder:
-Perdóname mi vida: ¡se me chispoteó!
-¡Carajo!


Pd. Carla Estrada: Faquiu!