lunes, 28 de diciembre de 2009

El pais de las Maravillas...2010, que nos ofrece?

Estamos a escasos 3 días de que llegue el año nuevo y con el, como siempre, un sin fin de buenos deseos, propósitos y la esperanza de que las cosas en nuestras vidas cambien para bien.

Llegan las dietas, las promesas, los supuestos compromisos del ahora si... pero una vez entrado el año y a unas cuantas semanas, las promesas empiezan a diluirse, los compromisos a quebrarse y el ahora si se vuelve el mas al rato, el luego, el... el próximo lunes si lo hago...

Y así nuestras vidas continúan en el mismo sendero que el año anterior y por consiguiente nuestro destino es el mismo y la esperanza rota ya para marzo, desahuciada en junio y herida de gravedad en septiembre, comienza a mostrar signos de mejoría en noviembre después de una estancia de mas de 45 días en terapia intensiva custodiada por octubre.

De tal suerte que nuestras vidas en particular se vuelven un reflejo de lo que es nuestra vida en sociedad , es decir, todos los actos que de manera personal hacemos afectan nuestra actitud y por consiguiente nuestra manera de convivir en sociedad, haciendo de la misma una sociedad laxa, permisiva, floja y que espera que la solución a sus problemas venga de parte de otros como si nosotros no tuviéramos parte en el destino de la misma, es decir si nuestra vida en sociedad fuera un cuerpo, y nosotros fuéramos una pierna que esperara a que los brazos la movieran para dar el siguiente paso.

Escucho con frecuencia las frases de "ahora que llegue el año nuevo las cosas van a ser mejor" seguidas de la esperanza de..."ojala en el 2010 todo se calme". Pero en realidad ¿Hemos hecho algo distinto para que las cosas se calmen? Creo que seguimos repitiendo los mismos patrones que nos llevaron al lugar en el que hoy estamos y con las experiencia que hoy vivimos.

Vemos como se incrementa la violencia y seguimos haciendo lo mismo en nuestras vidas, y o es que yo sugiera que debiéramos encerrarnos y no tener vida, no, el hecho es que seguimos viviendo nuestras vidas como si nada pasara de manera negligente, sin tomar las medidas de seguridad mínimas para estar un poco fuera de las probabilidades de que la delincuencia nos alcance, a menudo leemos, escuchamos y platicamos de hechos de violencia que nos parecen lejanos, distantes y como si nosotros fuéramos inmunes a ella y la verdad es que nuestra ingenuidad y negligencia nos pone en una situación de alto riesgo.

Máxime cuando hemos visto por 2 años consecutivos como la inseguridad publica se incrementa día con día y como se torna cada vez mas violenta y las autoridades parecen no salir de su estado de shock, mientras que los ciudadanos pagamos los platos rotos y no sabemos ya de quien cuidarnos o de que cuidarnos.

Esta situación que estamos pasando los mexicanos en general y los chihuahuenses en particular, la vivieron países del este de Europa, Colombia y otros de Asia en su lucha por retomar el control del gobierno frente a los grupos de la delincuencia organizada, aquí lo interesante es que nuestras autoridades pudieron haber tenido ventaja de la experiencia ajena, pero no, no fue así, y ahora estamos en pleno proceso de ensayo y error, hasta que se acaben las policías o bien el estado mexicano recupere el poder bajo el imperio de la ley.

Sin ser el Gran Brujo, ni el Walter Mercado norteño, mucho menos el Nostradamus región 4, no veo signos de que el próximo año las cosas vallan a ser diferentes, mientras sigamos actuando igual.

1 comentario:

  1. Si, el panorama no pinta bien y dudo que mejore si seguimos amarrados a las mismas directrices de siempre, y ello nos llevara al cuello de la botella: o componemos esto o nos carga el payaso.

    Y cierto tambièn que estamos siempre esperando que la solucion venga de otra parte, es hora de hacer lo correcto, en nuestro ambito y proporcion: este es el reto de nuestra generacion.

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