Hace aproximadamente 12 años (verano de 1996) trabajaba y estudiaba en el ITESM Campus Monterrey. En esos dias el internet empezaba a hacer ruido y yo era un entusiasta seguidor de las novedades que ofrecía. Quería tener una cuenta de correo en cualquier servidor que se dejara.
El email empezaba a popularizarse(checa su historia), pero tenia el inconveniente de que cuando conseguías una cuenta de correo @tuescuela o @tutrabajo necesitabas configurar un programa en tu computadora, y muchas veces estar dentro de tu trabajo o escuela para poder checar el mail. Si te ibas de viaje no podías checarlo. Si te ibas a tu casa tampoco. Mucho menos en algún lugar publico.
Fue entonces cuando ese 4 de Julio nació Hotmail (checa su historia aquí). Yo estaba llevando un curso de verano, y la noticia corrió como pólvora. A los pocos dias, al darme cuenta, rápidamente intenté hacerme de una cuenta de correo en ese lugar que prometía poder checar tu mail desde cualquier lugar del planeta simplemente entrando a su página web.
Al intentar buscar un nombre de usuario disponible intenté usar la primera letra de mi nombre y mi primer apellido, ya que ese fue el primer estándar para generar direcciones de mail. Para mi sorpresa, a pesar de lo común del apellido, estaba disponible y sin más registré mi primera cuenta de correo fuera de la escuela o el trabajo (por motivos de seguridad no la pongo, pero ustedes la conocen).
El tiempo pasó, el Internet creció, nació el SPAM y otras cosas peores. El tener una cuenta de correo tan sencilla, deseada por muchos, usada por otros, me empezó a generar molestias.
Había personas que al querer accesar a alguna página de Internet les pedían una cuenta de correo para registrar su entrada, y daban la mía. Resultó que Hector, Horacio, Hilda, Haydee, Heyden y otros más no dudaban en registrar mi cuenta de correo en cuanto lugar entraban. Así me empezaron a llegar cartas de amor, curriculums, tesis, estados financieros, correos gays y otras muchas cosas a las que me he tenido que acostumbrar.
Pero de un año para acá el descaro de esta gente ha llegado a niveles extremos. Me llega información de sus cuentas en líneas aéreas(puedo comprar y cambiarles sus vuelos), bancos($$$), compañías de telefonía celular. El último atrevimiento ocurrido la semana pasada es que una nena llamada Hayde de Tijuana dio de alta la escuela en donde trabaja en Computrabajo y para variar usó mi correo electrónico.
Sintiéndome uptudimoder (hasta la madre) y tratando de verle el lado brillante a la situación decidí hacer algo con esa información que a fin de cuentas llegó a mi cuenta de correo porque alguien así prefirió que llegara. Entré al dichoso Computrabajo y edité algunos campos de la escuela que esta mujer tuvo a bien registrar, sustituyéndolos por fragmentos de "La filosofía del Tocador" del Marqués de Sade.
A continuación les comparto la información de:
Univer Noroeste A.C.
Ojalá les guste. Chéquenlo rápido porque tal vez no dure mucho. Aprovechen la oportunidad para generar una oferta de empleo solicitando una chica de compañía o algo así.
Si quieren editar algún campo y enriquecer el perfil de la escuelita, usen los siguientes datos:
Código de Usuario: "univ04"
Contraseña: "pepepecas"
Aclaro. No soy un hacker ni cracker... El código de usuario y la contraseña llegaron a mi cuenta, y ahí en el mail dice que yo puedo hacer uso de ellas.
Eso para Master por andar iniciando cosas.
ResponderBorrarEsta con madres lo del Marques de Sade, pero no he visto a conciencia como puedo editar algo de lo puesto por esta morra.
Chale
ResponderBorrarQue grande eres Marquez, (aunque suene medio puñal), no me refiero a su masculinidad, mas bien, imagino el sacrilegio que representaba en sus dias el hablar de esos temas.
Solo puedo decir Mestro.