jueves, 23 de marzo de 2017

Querido mileñal parte I

Querido mileñal:


Si quieres hacer que me repique el hígado, no tienes mas que hacer uso, como solo tú sabes hacerlo, de cualquiera de las siguientes palabras:

-Inte (para llamar al Internet)
-Whap (para llamar al WhatsApp)
-Insta (para llamar al Instagram)

Chale.

viernes, 12 de junio de 2015

Bala conmigo



El Universo conspira contra ti constantemente.

Si te dejas llevar pero haces tu trabajo, te depositará en un buen sitio. No imagino mi vida sin haber tomado decisiones importantes sin un alto porcentaje de fe ciega en la falta de fe. Podría estar en algún lugar distinto o en un estado de situación diferente de haber tomado otras decisiones, pero estoy donde estoy precisamente por saber decidir.

Me gusta la historia de la cabra hardcorera, Biquette (en francés "cabra", la cabra Cabra, ¿No es chingón?)
Los religiosos y otros esotéricos dirán que "naces con un destino", las teorías del clasismo capitalista indicarían que si naces en determinado estrato socio-económico con limitado sistema de oportunidades, no tendrás "movilidad social", o sea, salir de perico-perro.

Pero me gustó que a Biquette le valieran verga las teorías económicas de Kaynes o la doctrina católica dominical, pues siendo una cabra le gustaba el grindcore.


 Estamos a 40 años, probablemente a algunos nos queden unos veintitantos, no hay nada ya que demostrar y debemos balar como Biquette.

Nos veremos pronto, en un lugar conocido entre pura gente que se conoció por circunstancias cósmicas, balaremos juntos y nos sentiremos vivos.





viernes, 11 de abril de 2014

La Senda V. Encrucijada

Pocas cosas en la vida te revientan las bolas como que tu banda se desmadre, tal vez las rupturas amorosas o darte cuenta que tu héroe de la niñez es un perfecto pendejo.
 
Como en todo grupo humano, quienes lo componen tienen distintas visiones de las cosas, sus ambiciones y anhelos son de diferente intensidad. Dejar tu primer proyecto por algo nuevo o contingente es en definitiva, algo que te hace crecer.
Los bloqueos creativos, las diferentes opiniones en cuanto a la dirección del grupo y los choques personales nos confrontaron agriamente. Lo diré sin rodeos: simplemente Oscar y Pepe ya no coincidían ni siquiera en que cheve beber. Los impulsos de Pepino por aventarse con todo a buscar nuevas oportunidades chocaron con el egocentrismo de Oscar, quien creo nunca estuvo cómodo en hacer música por el hecho de hacerla; a mí me queda más que claro que él siempre consideró esto como un simple deporte donde se pretende ser el mejor jugador. Siempre tuve que soportar esa actitud del "yo soy el único" en esa banda y en las que vendrían después.
 
El buen Pepinovski pronto ahuecó el ala, no sin antes darnos un gran consejo de vida: "no se queden aquí, váyanse, sea música o no, pero hay que buscar nuevas cosas", así recuerdo la cita más o menos. Guadalajara, y otros lugares remotos fueron su destino, y Gabo fue Gabo, con metamorfosis interior incluida.
 
Nos quedamos con ganas todavía de continuar tocando, si bien ya no había un proyecto concreto, y luego de pensar un poco y despojarnos de todo residuo de dignidad que aún nos quedaba, le entramos con mucha fe al abarrote mañanero. Huguini fue entonces nuestro vocal porque resultó que no sólo era bueno en las cosas de la técnica sonidista y además chingón porque todo quedaba en familia.
Así las cosas nos convertimos en la primer banda de abarrote de Cd. Delicias (los pinches cronistas de petate de la ciudad deberían haber anotado eso) en una antrillo furro llamado "El Carambas"; armamos gracias a las buenas habilidades del Ceto un set de rolas de rock en español, grunge y algo de metal, unos cuantos fierros más y con un súper-contrato de "no les pago pero no les cobro la cheve" estuvimos dándoles los sábados por la noche, con un par de asonadas alternas en el bar de al lado, el "Bier Garden".

Tocadas los sábados/por la noche/siempre en desmadre/con algunos fans/mucha cheve/y afters hasta la madrugada/sobrevivimos porque sí/

Fue buena etapa, salieron otros grupos en el rancho, la banda del Peque y del Moya que la verdad no recuerdo cómo se llamaban y Tractor, la banda de mi carnal Cris. Sin olvidar Séptimo Angel, que sigue torturando hasta nuestros días y revertiendo la evolución natural en la escena local.

La separación de una banda es tan única como lo son sus miembros, pero de la misma sustancia vuelven a conformarse nuevos proyectos. Pepe es el claro ejemplo de que debes enamorarte de tus propios principios, él se dedicó a hacer lo que fuera necesario para hacer su música, porque tu sonido y tu poesía son necesidades esenciales, no es fácil contenerlas. Ello me dejó claro de que debía buscar eso para mí, pronto iría a la universidad a pegarle a una carrera, a una ciudad de mentalidad mas progre, una escena musical decente y la ola que estaba en su cénit.

Y porque lo busqué lo encontré, pronto me reconectaría con amigos lejanos y formaría nuevos lazos con gente distinta a la que había conocido. Un nuevo ambiente de música original, intelectualidad incipiente y camaradería me envolverían terminando mi ensamble final; no se puede ser músico hasta que adviertes que no existe otro camino a seguir más que el propio, porque es el único que hará que voltees a lo andado y te haga sonreír.
























 

viernes, 28 de marzo de 2014

La Senda. IV. Crítica de la razón pura.

Hay una sensación muy peculiar, la tienes cuando estás haciendo algo que te completa y satisface. Pero se vuelve esto un poco engañoso, creo que tiene que ver con averiguar que es lo que exactamente te da satisfacción de esa sensación, si de lo que se trata es tocar rock, la sensación puede ser bastante confusa cuando comienzas.
 
Luego de algunas tocadas más -unas más gratas que las otras- sentimos una consolidación del proyectoide musiqueroso, y por fin luego de arduas deliberaciones de todos decidimos dejarnos de llamar "X" para ser "Acústica", creo que era un buen nombre para la época aunque no estaba exento de la auto-carrilla que nos disparábamos profusamente, así que cuando nos preguntaban cómo nos llamábamos decíamos "Nacústica" o "Fracústica" para luego sentir una pinche bola en la tráquea.
 
Qué es lo que sigue a un repertorio másomenos y a unas tocadillas furras? Adivinaron, era hora de grabar "un demo, un disco carajo"; curiosamente la solución vino accidentalmente cuando celebramos mi cumple un sabadaba por la noche, luego del pre-copeo-caguamero de rigor, Pepino, Oscarín, Flipper, Cetovich y ve tú a saber quién más le caímos a un restaurant de señores llamado "El Lugar" (no confundir con "El Lugar" donde se presentaba Lila Deneken) donde nos habían dicho iba a tocar un grupo de Chihuahua llamado Aliento Divino -posteriormente La Clica- especializado en abarrote en español y nos pareció con madres para echar cotorreo y luego las tripas.
 
Ya medio eléctricos nos aventamos el palomazo con la banda, platicamos con ellos antes de que se fueran, y resultó que el bataquero Alfredo Llaguno no sólo era un zombie que tocaba la batería, sino que además de ser embajador de Marte en México era ingeniero sonidista en un estudio de grabación  llamado Meca III. De volada nos apuntamos para unas cotizaciones y juntando un leve billete decidimos brincar los 88 kilómetros que separan Delicias de Ciudad Chihuahua para ir a algunas tocadas más de los de Aliento DeVino y conocer el estudio enclavado en el puro centro de la ciudad y ubicado misteriosamente arriba de la Procuraduría de Justicia, ironías de la vida.
 
A huevo fue un gran esfuerzo de todos el poder ir un par de días a grabar tres pinches rolas, en aquel entonces el Meca III no estaba avanzado tecnológicamente y las sesiones se dieron de forma analógica y por separado, fue estresante: nuestros instrumentos no daban el ancho ni el flaco, estábamos mal comidos y mal queridos, sólo contábamos con tener bien ensayadas las rolas, la inexperiencia nos hizo morder el rebozo y para colmo no nos entendíamos bien con el Llaguno, ya que éste se comunicaba por medio de una serie de murmullos inintelegibles y tecnicismos de ciencia espacial que sólo provocaban un puto estrés que terminó por friccionarnos un poco. Aún así fue una gran experiencia y el demo salió tan decente que pudimos usarlo hasta para que la fresísima estación de radio de Delicias nos transmitiera "Mis manos" una tardecita de invierno. Gracias Flipper por tus conexiones en el mundillo de la radio.
 
Una grabación, aunque sea un demo, te provoca una especie de paternidad a la que quieres corresponder pese a las broncas y limitaciones, por lo que tratamos de colocar nuestra música y tocar en lugares más relevantes. Ir a la UACH a tocar a un festival sin pena ni gloria y repartir copias del cassette a diestra y siniestra era nuestra respuesta al reto de darnos a conocer, y que logramos con ello? además de un cotorreo de época en la casa de la sister del Chuyín que amablemente nos hospedó en Chiwas (shorazoo) y de llenar de cintas los bolsillos de familiares y amigos, obtuvimos una lección valiosa: tienes que pensar distinto si vas a dedicarte a la música.
 
Por eso me refiero a las sensaciones de hacer lo que te gusta, porqué te gusta? Por creerte rockstar barato y deslactosado? Por hacer lo que sólo hacen algunos locos como tú? Por tener la idea pendeja de que el rock es un deporte competitivo y que quieres correr para el mejor "equipo"? Confieso que pasé por esas fases pero hasta eso que rápido por ellas. Era joven y estúpido.
 
Pero luego de seguir caminando, y de atestiguar con rabia cómo se fracturaba nuestra banda por discrepancias creativas y egos mallugados por la falta de logros, entendí.
 
Ahí estaba, frente a mí, la sensación pura de la música. No se trataba de lograr un ascenso fácil en la escena y en los medios haciéndonos creer a nosotros mismos que éramos la quintaesencia del rock y que nuestras canciones eran futuros himnos del metal, se trataba nada más de sentir la energía del momento, de ver de reojo a tus amigos para darte cuenta que estaban en el mismo trance que tú, de ver a alguien mover la cabeza al ritmo y mover los labios al tiempo de la melodía, de probar un poco de la magia que emana de la grabación que ejecutaste con tus manos y cerebro y que viaja por el espectro radio-eléctrico de tu pequeña ciudad conformista.

Ciertamente fue una liberación.

 

viernes, 7 de marzo de 2014

La Senda III. Delicias grunge rock city

Eran los principios de los noventas, y a nadie le importaba.
 
En Delicias el rock en vivo era prácticamente algo desconocido, tan sólo el antecedente del grupo Acacia era lo nos hacía pensar que no éramos los únicos idiotas que pretendían hacer música en una pequeña ciudad agrícola perdida en medio del desierto.
 
No sé si haya sido por la edad que teníamos entonces, o por las circunstancias de cada quién, o por los tiempos que se vivían, o la suma de todo lo anterior, pero todos sufríamos esa sensación de que cosas nuevas estaban pasando: Había fuera del país una nueva ola de música, fresca y a la vez rancia, desenfadada y divorciada de los cánones dictatoriales del "deber ser del rock", música proletaria y honesta que estaba diciéndonos que para tocar sólo requerías corazón y un poco de habilidad musical.
 
Y entró a nuestra ciudad y a nuestras casas por los platos parabólicos y los dvd's importados, y vaya que nos pegó fuerte. Tuvimos ese raro privilegio de ser una generación con su propio movimiento musical y con sus bandas recientes y prolíficas, y eran tantas y variadas que nos hicieron pensar que se venía algo poderoso, como un enorme tsunami al que todos nos íbamos a montar surfeando. El grunge no nos quitó el sabor del trash o del punk, al contrario, nos nutrió creativamente dándonos algo de lo que podíamos apropiarnos sin sentirnos fuera de lugar.
Nuestra banda se había propuesto como única premisa el hacer canciones propias, si bien el abarrote ya existía (como hasta ahora) el "ser originales" iba a ser la médula de nuestra música y nota distintiva de la banda. Pepe había dispuesto como meta el tener un set de rolas decente y suficiente como para una tocada leve, la cual nos daba pinche nervio y emoción, como quien sabe que por primera vez va a coger pero teme no dar el ancho (o lo das o lo recibes, pero se arma).
 
Luego de alinear el set, los "fierros" y la actitud, Pepe propuso crear nuestra propia tocada a falta de espacios y oportunidades: como si fuese el baby shower de la prima Carlota íbamos a tener nuestro debut metalero en un salón de fiestas y posadas, donde invitaríamos a todos aquellos incautos a escuchar nuestras mamadas, ya nada más nos faltaba vender papitas con chile y que nuestras madrecitas estuvieran presentes para limpiarnos el sudor al hacer headbanging y gritarnos "te estás alocando mucho Bebo!"
 
Pese a todo, hay cosas que uno no olvida nunca, el nervio, la duda existencial y la diarrea sónica que te va a salir cuando oyes el "clac-clac-clac" de las baquetas del Ceto al arrancar la rola, y al ver al heroico ingeniero-sonidista-roadie-staff del Flippy hacer milagros y corajes al tratar de sacarle sonidos y electricidad al equipo basura que teníamos, los gritos y ojos desorbitados del Bebo por tratar de oírse mientras los demás nos creíamos los Herederos del Reino del Metal ungidos para dominar la Tierra.
 
El segundo toquín fue por mucho, mejor en cuanto a sonido y dominio de las canciones, pero también muy simbólico: Cumpliendo con el ritual karmático reivindicador que toda banda ha hecho desde el inicio de los tiempos, íbamos a tocar en la preparatoria frente a toda la perrada que no daba crédito hipócrita, a que algunos de sus más bizarros miembros fueran a rockear al final de clases un viernes por la noche.
Advertidos los escolapios por parte del Pepe, de que en esa tocada por parte de nosotros no saldría mas que ruido personal, esa noche sonamos rudos, aliceinchainescos, indiferentes y hasta vengativos. Creo que pese a todo creo que gustamos o al menos trataron de no ser tan gachos para no herir nuestros sentimientos, con todo y mirada la mamona del Director y las muestras de admiración y extrañeza por parte de la raza. Hasta entonces la banda no tenía nombre, más por falta de consenso que de propuestas, así que nos hicimos llamar simplemente el grupo "X" (también conocida como la "banda de la marca equivocada" o "la banda incorrecta").
 
Personalmente siempre he tenido atracción por los horizontes, me gusta verlos cuando el sol se fuga para el otro hemisferio, pero más me gusta imaginarlos cuando quiero sentir de nuevo las cosas que me hacen feliz, o que me provocan la sensación de que el futuro traerá consigo esos momentos donde nuevamente correrá por mis venas y mi cerebro, ese estado de gracia que me da tocar con mis mejores amigos. Aún recuerdo esa tarde con el horizonte del noroeste de Delicias, anaranjado y polvoroso, lo miré hasta darme cuenta de que cuando quisiera estaría conmigo, recordándome que los momentos se construyen para que nos acompañen siempre.
 
 
 
 
 
 

viernes, 28 de febrero de 2014

La senda II. Rock que te quiero tutsi-pop.

Aunque no hay duda de que la música es algo que la humanidad ha traído consigo desde el inicio de los tiempos, creo que hay algo antinatural en formar una banda de rock.
 
Otros se unen a agrupaciones de mariachis, filarmónicas o sonoras matanceras con el propósito de entrarle al respectivo género musical por una lana o por las glorias del arte. Pero alinear a unos desadaptados a que sonoricen sus traumas, sentimientos, pasiones o pasones puede resultar exponencialmente peligroso.
 
Toda vez que quedé reclutado para formar parte de la banda, empecé a divulgarlo entre mis socios con el objetivo de encontrar a un bataquero, que dicho sea de paso, es más difícil de encontrar que una cartera perdida en la Cámara de Diputados; me parece que Pepe ya había contactado al futuro guitarrista: Un estereotipo de buen chico deliciense, el así llamado Bebo G. a quien hasta entonces sólo había visto alguna vez vagabundeando por ahí.
Yo por mi parte, la verdad no sé porqué lo hice, tal vez para darle chance a un amigo que tenía sus propias ilusiones y definitivamente mucha fe en sí mismo, así que propuse que el Chistes fuera el baterista aún sabiendo que el pobre no sabía tocar más que sus propios genitales. Creo que a veces la amistad nos ciega sobre lo que las personas pueden hacer o no, aunque aquellas lo deseen mucho.
 
Gracias a Flipper pudimos encontrar un lugar en donde "adorar a Satán" sin provocar aneurismas o por lo menos, donde nos valiera madre subirle a los decibelios, la que fuera  la casa de su adorable abuela materna se estableció como nuestra primera guarida; intentamos llevar todas las cosas que pudieran servir para armar el ruido, entre otras el equipo de sonido que Flipper y Hugo estaban armando en su afán de conseguir morras haciéndole al dj noventero.
 
No te das cuenta de lo difícil que es materializar un sueño hasta que lo haces, antes dije que había algo de contra natura en formar grupo de rock porque empiezas al revés cuando estás partiendo de cero: puedes tener o no equipo (a nosotros nos faltaba casi todo), cada uno tiene sus influencias y su particular idea de cómo debería de sonar la banda (no paro de reír ante esta inocencia), y como eres un novato en cantar,  tocar instrumentos y electrónica de sonido, no tienes una puta idea de cómo empezar.
Pero se hace camino al andar, así que más temprano que tarde notamos que a huevo el Bebo sí sabía tocar la lira (puras de la iglesia o de Carcass, sin término medio), que Pepe como buen talento natural ya tenía canciones escritas y que la cantada le funcionaba bien fuera de la regadera, y que yo ya le sacaba notas decentes al bajo; ah pero el Chistes... en cuanto pudimos oír lo que podíamos hacer, nos tomó cinco minutos para darnos cuenta de que él no era baterista, y que además nos tomó como tres horas encontrar el momento justo y la forma más suavecita de decirle que "gracias por participar". Me he preguntado que tanto contribuimos en aquella ocasión para con sus múltiples traumas y frustraciones, en fin.
 
Afortunadamente para la banda y para nuestras miserables existencias, el Bebo tenía como vecino y amigo de la niñez a un sujeto que -según decía- tocaba bien la bataca y que estaba que ni mandado a hacer, no se equivocó, el  Ceto no sólo tocaba bien sino que era y es un gran músico y dio esa consolidación sonora que nos hacía falta. No había batería, pero de alguna amenaza puberta se valió el Pepe que logró que sus unidades paternales le financiaran una flamante Power Beat roja caramelo macizo. El Bebo con su lira tutsipopeada y su amplificador tamaño "cajón de bolear", así como los demás fierros propios y ajenos nos armaron por fin, con lo mínimo para comenzar el viaje.
 
Cómo creas algo inédito y poderoso de cuatro personas que apenas se conocen?
 
Lo primero es vencer la vergüenza que nace en ti, al saberte limitado e inexperto en el arte y la técnica musical, aunque confías en que tendrás que mejorar para no caer en la peor de las críticas, que es la de uno mismo. Lo segundo es controlar la risa y el desmadre que emerge de todas esas almas jóvenes, que aunque no se hubiesen tratado antes, se conocen de toda la vida porque en ese preciso tiempo y en ese lugar especial los une el mismo sueño y el mismo amor por el rock. Todos los involucrados de una u otra forma, quedamos infectados.
 
Comprendido y superado lo anterior, nos iniciamos en el profundo y devastador arte de componer y armar canciones que desnudaron corazones, que liberaron demonios, que nos hicieron volar a todos juntos en una formación protectora y fraterna, antes de que la vida nos reclamara lo que le pertenece.
 
 
 
 
 
 

viernes, 21 de febrero de 2014

La senda. I. El "sí" del metalero.

Todo comenzó una de esas tardes bochornosas en el patio de la Prepa 20-30 (de la cual no me gradué por "diferencias irreconciliables"), no recuerdo bien si me la estaba perreando o no tuvimos esa clase, pero el sol vespertino quemaba con madres mi nuca y el polvo típico en el ambiente tan característico de Delicias eran una molestia menor comparado con el tedio de estar en la fábrica de conformismo que esa escuela representa (aún hoy). Camiseta negra de Misfits bajo la camisa blanca del uniforme, un Camel humeante entre los dedos y las ganas de correrle hacia algún lado.
 
En fin, en una de ésas estaba cuando se acerca a mí el ínclito Pepe Carreón -incipiente héroe del rock rebelde- a quien a huevo ya conocía desde la secundaria, sobre todo porque era de ese grupúsculo pubertoide de metaleritos recién nacidos al cual también yo me preciaba de pertenecer y me dice con campechana soltura: "Oye wey, tú tienes un bajo, verdad?, - simón- ando formando una banda, pero de rock, algo en serio, le entras?"
 
Francamente, hasta ese día nunca había recibido una propuesta formal y directa de hacer algo de música, pues hasta entonces mi rockerosidad se limitaba a ir a reventarle los tímpanos a la mamá del Flipper cuando éste y yo le subíamos al equipo de sonido de dj con la música o cuando conectaba mi bajo de marca genérica (usado, me costó $500.00 imitación de un Fender Precission), mis compadres y yo intentábamos formar un grupo pero por varias razones no cuajaba el proyecto por falta de equipo, recursos y aplicación a los instrumentos.
 
Curiosamente por esto último creo que me buscó el Pepe, ya que en el ya citado grupúsculo-pubertoide-de-metaleritos de la ciudad había pocos que tocaran algún instrumento, y supongo ya para entonces era un rumor sabido que yo tenía un bajo y que gracias al Edgar pude practicar algo en su casa, adquiriendo un nivel de principiante chafa y terminando con la calidad de vida de su querida familia en el proceso.
 
Habiéndole dicho que sí, -que tenía el bajito Fender región 4-, recuerdo que sentí una vibración extraña en el espinazo, sumado a uno de esos bajones de sangre que te dan como cuando te pega la diarrea de la cruda, cuando también le contesté que "sí" a estar en la banda. A lo mejor fue mi impulso primitivo de pertenecer a algo que había estado deseando abiertamente o ese "sí" que expulsas antes de que tú mismo antepongas pretextos para evacuar un "pero...", creo que Pepe no esperó más y dijo un "sobres" y dio media vuelta no sin antes decirme: "al rato te busco, me falta más gente, pero estamos".
 
Detalles más, detalles menos, esfínteres flojos y una potente y vocacional razón de seguir comprendiendo una existencia adolescente me dio ese breve momento, que conduciría mi vida por un caminito andado por unos pocos y comprendido por los menos: la senda del rock.
 
 

viernes, 13 de diciembre de 2013

Así noooo animal!

 
Es tal vez uno de los mejores chistes locales de la historia de la humanidad, los que estuvimos presentes inclusive hoy en día nos reímos de ellos mientras cagamos o conducimos al auto.
 
El Ceto y su servilleta llegamos a casa del Justin Bebo para pasar por él e irnos a ensayar  algo así, por lo general había que pasar varias acabalas y medidas de seguridad internas para que el dientes de leche pudiera salir, esto es, si tocabas la puerta de la casa te abría uno de los dos padres del Bebo, y a huevo la consigna de rigor "señor(a), está el Oscar?" y en chinga la inmediata respuesta, "está dormido", o también "Beboooo, te buscan".
 
Ese día en particular fuera de la casa del susodicho estaba estacionada la troca Chevy ochentera del hermano del Bebo, y un compresor de aire (de ésos que traen el tanque incluido) en la acera, el papá del Oscarín (QEPD) se encontraba sentadito en su silla fumando su tradicional tabaco hobbit.
 
El Ceto y yo preguntamos por aquél, la unidad paternal amablemente nos contesta que ya viene, y antes de treparse en nuestra camioneta el venerable hombre le pide al Oscar que "suba el compresor a la caja de la troca", para lo que aquél reniega bastante sin embargo se apresta a obedecer.
 
Se agacha, de alguna forma lo toma con ambas manos, y con los pedos saliendo de su culo y la espina dorsal hecha acordeón se le doblan las rodillas como cuando los becerritos nacen, tambaleante, sin aliento y con la cara como de Kiko el Oscar vacila y está a punto de dar el madrazo con todo y compresor.
En este patético intento de tameme, el Señor Grijalva le grita a su vástago "Así nooooo animal!!, míralo!! ohhh que así noooo!!" como unas dos o tres veces, sin soltar su cigarro y con una pokerface que ya quisiera el cirugeado de Guillermo Capetillo.
 
A webo mi primer instinto fue acudir a auxiliarle, pero en eso me grita el venerable Don Jesús "Déjelo mi Zorik!, no te apures por él, que se CHINGUE!"
 
Hasta el día de hoy no sé cómo pudimos el Ceto y yo sostenernos en pie, mantener la ecuanimidad mientras ahogábamos la puta risa más cabrona que alguna vez hayamos conocido.
 
 
 

martes, 12 de noviembre de 2013

Las grandes almas mueren

Cuando los grandes árboles caen en los bosques,
las cosas pequeñas retroceden en silencio,
sus sentidos reducidos más allá del miedo.

Cuando las grandes almas mueren,
el aire alrededor nuestro se vuelve ligero, raro, estéril.
Respiramos, brevemente.
Nuestros ojos, brevemente,
ven con una claridad dolorosa.

Nuestra memoria, repentinamente agudizada,
examina, roe las amables palabras no dichas,
los senderos prometidos nunca tomados.

Las grandes almas mueren y nuestra realidad,
ligada a ellas, nos abandona.

Nuestras almas, dependientes de sus cuidados,
ahora se encogen, enjutas.

Nuestras mentes, formadas e informadas por su resplandor,
se derrumban.

No estamos tanto enloquecidos
como reducidos a la inenarrable ignorancia
de oscuras y frías cavernas.

Y cuando las grandes almas mueren,
después de un período la paz florece,
lentamente, y siempre irregularmente.
Los espacios se llenan con una reconfortante vibración eléctrica.

Nuestros sentidos, restaurados,
mas nunca los mismos, nos susurran:
Existieron. Existieron.
Podemos ser. Ser y ser mejores.
Por que ellos existieron.

- Maya Angelou

viernes, 11 de enero de 2013

Facebook de mis guacaras.

He notado con asquerosa y previsible precision que el Facebook que he construido (dados los contactos que se han establecido) se degenero rapidamente en un completo vertedero de mujeres insatisfechas, reprimidos religiosos, activistas de laptop, politicos de cafe y ardientes servilistas que dan gracias a Dios hasta por la mierda que defecan.
He notado tambien que aquellos(as) contactos(as) que en mi opinion son personas balanceadas, inteligentes y racionales postean muy, pero muy poco, adornando con mordacidad, sarcasmo y finos humores sus participaciones, hablo de una minoria muy minoritaria que detesta al igual que yo los atentados al idioma escrito o de la puerilidad de aquellos que se alegran por lo que comen o sufren.

No debo ser el primero en pensar en como se evidencian las carencias afectivas o de atencion de aquellos que postean las mismas cantaletas de alabanzas al amigo imaginario, odios vicerales a las fuerzas de la Naturaleza, sentidos musicales de central camionera y los mas frecuentes: reafirmaciones del yo en citas estupidas que apuesto, re repiten a si mismos como mantras cuando su sufrimiento es intolerable.

Facebook se ha convertido en un enorme vomitadero de contenidos vomitivos, donde me gusta mirar para ver como muchos guacarean la misma guacara y como pocos reimos del embarradero ajeno.